Paola Longoria El revés de oro. Por: Jesús Carvajal
El camino del oro para Paola Longoria inició a los 7 años de edad en su natal San Luis Potosí.
Indiscutible reina de los recientes Juegos Panamericanos al obtener tres preseas doradas, la estudiante de FIME de la UANL hizo volver los ojos del mundo hacia el raquetbol que no es olímpico y que tiene en los Panamericanos su mayor plataforma.
Y colgarse las medallas de oro no es una casualidad. Su trayectoria empezó desde pequeña, cuando apoyada por sus papás practicaba deportes como la natación, el futbol, el taekwondo, tenis y otros, pero cuando descubrió el raquetbol le pareció muy divertido.
Hubo entrenadores que vieron en ella aptitudes excepcionales para los deportes de raqueta y, con ello, la ayudaron a ser la mejor en su área y a que obtuviera ocho campeonatos mundiales juveniles, de los que luego se retiró para dedicarse al tour de la Women's Professional Racquetball Organization, en donde domina en el ranking.
El raquetbol, en palabras de Paola, es un deporte difícil, ya que exige de una condición física excepcional porque se requiere fuerza de brazos y piernas, además de una mentalidad de triunfo, lo que evidentemente ella tiene de sobra.
Sus mejores armas son su revés, su capacidad de concentración y su preparación física.
Luego de su destacada participación en los Panamericanos, Longoria busca seguir siendo la número uno en la gira de la WPRO y obtener el Campeonato Mundial de singles de federación, el único título que a sus 22 años todavía no tiene y al que aspira para el 2012.
Pero su máxima aspiración sería ir a unas Olimpiadas, algo que no depende de ella porque primero deberá lograrse que el raquetbol sea considerado deporte olímpico, para lo que se necesita que las autoridades impulsen más este deporte que es muy completo y que tiene seguidores en muchos países.
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